El juez federal civil y comercial Alejandro Patricio Maraniello, quien dictó la reciente prohibición para difundir audios atribuidos a Karina Milei, se encuentra bajo la mira del Consejo de la Magistratura: acumula nueve denuncias, de las cuales cinco lo señalan por presunto acoso sexual a empleadas de su juzgado.
Estas acusaciones fueron notificadas a Maraniello la semana pasada, y desde entonces dispone de un plazo de veinte días para presentar su defensa escrita ante la Comisión de Disciplina del organismo.
La gravedad de los reclamos generó alarmas en el ámbito judicial y laboral. La Asociación de Empleados y Funcionarios del Poder Judicial de la Nación (AEFPJN) había solicitado desde septiembre de 2024 la presencia de custodia policial en el juzgado —una medida que finalmente fue implementada durante el horario laboral— con el objetivo de proteger la integridad física y emocional del personal.
Entre las denuncias, una empleada relató que apenas ingresó al juzgado fue abordada por el magistrado fuera del horario de trabajo. Según su testimonio, hubo tocamientos y besos no consentidos, que la llevaron a sentirse obligada a mantener relaciones sexuales para poner fin a la situación . Otro caso descrito ante la Unidad de Bienestar Laboral menciona mensajes no solicitados vía redes sociales, comentarios reiterados sobre su vestimenta, acercamientos físicos incómodos y hostigamiento laboral tras rechazar solicitudes personales del juez. El entorno laboral resultó tan tenso que la víctima recurrió a medicación, sufrió depresión e incluso pensamientos suicidas.
Este contexto judicial se combina con la reciente medida de Maraniello en el marco del escándalo de los audios de la hermana del presidente, Karina Milei. El juez ordenó que medios y redes sociales se abstengan de reproducir esas grabaciones atribuidas a Milei, aunque ya habían sido filtradas en plataformas de streaming (como informó Reuters)